Esponja de sudores campesinos,
parásita y humana sanguijuela
que sólo se alimenta y se consuela
bebiéndose el sudor de sus vecinos.
Y defiende , con ímpetus mezquinos,
las leyes del embudo y la cazuela
y mira con temor y con cautela
los cambios y progresos repentinos.
Y vive como zángano en colmena,
comiendo si escrúpulos la miel
que absorbe avaricioso a boca llena,
A costa de los callos de otra piel,
se enriquece su vida y, en la ajena,
va sembrando la amargura de la hiel...
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